21 mayo 2013

Matronatacion o natación antes de los 6 meses.

Muchas veces limitamos a nuestros hijos a desarrollar capacidades, o tener sensaciones que ayudaran a su desarrollo tanto físico, como sensorial, motriz y emocional. Gran parte de las veces los limitamos a la cuna, el Moises o simplemente nuestros brazos. 

 La matronatacion es una experiencia de gran aporte tanto como para los padres como para el bebé. En ella aflora el instinto de supervivencia y patrones nunca antes vistos ni manifestados de los bebes y mucho menos imaginados por los padres. 

Debemos tener en cuenta que la natación y control sobre el agua se desarrolla muchos años luego aproximadamente entre 4 o 5 años, podríamos ya hablar del dominio del cuerpo del infante sobre el agua y también de movimientos coordinados de natación propiamente dicha; sin embargo el gran aporte que se obtiene con la matronatacion son los siguientes: 

Desarrollo psicomotor: El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos. A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz. 

Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio: La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre. 

Ayuda al sistema inmunológico. 

Aumenta el coeficiente intelectual: Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea, con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en aprendizajes futuros. 

Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá: La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederán de otra forma pues se van a juntar las reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias vivencias que genera la práctica de la natación, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá. 

Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo: Desarrollándose como personas y su entorno de una forma natural. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudarán a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere mas confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con instructores y niños. 

Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia. Un ejemplo de ello es el aprender a girarse sobre su espalda y flotar ante una caída al agua. Ayuda al bebé a relajarse. Ayuda al bebé a sentirse más seguro.